Pepe
Ramos no fue de aquellos que se acomodó en los sillones de la
burocracia. Fue un maestro consecuente, investigador, indoblegable,
crítico, además de conferencista prestigioso.
Como
dirigente nacional del SUTEP, dos veces Secretario General, luchó sin
cansancio contra la dictadura fujimontesinista y desplegó un deslinde
permanente con Sendero Luminoso, al cual arrinconó ideológicamente en el
seno del magisterio, mientras otros sectores hasta se aliaban con los
seguidores de Abimael Guzmán.
Pepe
Ramos recordaba que sin bases no hay sindicato, no hay SUTEP, por eso
siempre invocaba el legado de Horacio Zeballos Gamez; es decir, no
abandonar la línea de bases, plataforma real de la democracia concreta.
Por ello, se debe rescatar el potencial intelectual de Ramos Bosmediano para ponerlo al servicio del magisterio.
El
mejor regalo que podemos darle a Pepe Ramos es luchar contra el enemigo
de clase al lado del pueblo y el enemigo no está en el seno del
magisterio, como creen algunos dirigentes chotanos equivocados.
Cuánta
falta hacen estos grandes políticos y cuánto daño hacen los otros, los
que se creen imprescindibles y apuestan por el fundamentalismo que está
derramando al magisterio en Chota, la región y el país.
No hay comentarios:
Publicar un comentario